Chapter 75
Chapter 75
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Como había ocurrido cuando la habian atrapado, su cuerpo fue cargado sobre el hombro del lobo y fue sacada de la prisión donde se encontraba Clara jadeaba y con cada roce sobre ella soltaba un gemido de dolor. Las manos del hombre se sentian ásperas incluso por encima de su pelaje y la agarraban con tanta fuerza que dejarían de seguro marcas. -iya está lista para él? – escuchaba voces a su alrededor
-Sí, ya su celo está en su máximo esplendor De seguro a él le gustará. Lleva uni tjeinpo sin aparearse asi que no se demorará mucho en prenarla.
– Me preocupa que la mate en el proceso. Es un poco violento durante el apareamiento y ella es tan pequena
– No la matará el hombre que la cargaba se río Es un macho, en su instinto está tener cria con una hembra en celo, no marcarla. No sabemos bien como funciona, pero es capaz de destrozarla y dejarla lo suficientemente viva como para pueda a dar a luz después Los cachorros se venden muy caros asi que no nos podemos dar el lujo que él haga de las suyas El entrenamiento al que fue sometido antes también ayudo.
-Oh, ya veo – otro de ellos se rio.
Clara hizo un esfuerzo por removerse solo pudiendo mover ligeramente su cabeza. Su cuerpo pesaba una tonelada y no le respondia, era como si estuviese igual de paralizada que antes solo que con cada músculo de ella quemándose por dentro.
– Llevémosla entonces. No lo hagamos esperar. El celo de las lobas dura poco y el primer dia es el mejor para que tenga cachorros con más facilidad.
Y diciendo esto el hombre llevó a Clara por un largo pasillo oscuro donde el olor se hizo fuerte y rancia y a la vez muy masculino. Era potente y a ella la hizo estremecerse. La loba pensó que se ahogaría. Podía definir con facilidad que había un macho poderoso allá adentro. Quizás no como sus mates que por genética estaban en lo más alto de la linea lobuna masculina, pero este macho era fuerte. Se podia sentir desde donde ella estaba y eso la aterro aún más.
Lo peor. Sabia que escapar era imposible.
Por más que ordenó a su cuerpo a moverse no lo logró. Era como un saco sin fuerza, y así fue como aterrizó en el frio piso de la celda a la que fue arrojada. El hombre traqueó su cuello como si hubiera cargado en gran eso y con una sonrisa miró a la loba en el suelo. – Volveré en la mañana, pequena. Entretén a nuestro campeón, lleva un tiempo sin probar carne fresca y de seguro está ansioso – se inclinó y le quitó las correas de las patas y la boca- No podrás hacer mucho así que esto está de más y solo limitará el acceso a él, sin embargo, no podemos permitir que te enlace- Agarró una gruesa correa del bolsillo de su pantalón y la envolvió alrededor del cuello de la loba. Este cubrió toda la zona de la nuca, precisamente donde se encontraba la glándula que podia ser marcada. Y diciendo esto el hombre salió cerrando una puerta a su espalda y dejándola sumida en la oscuridad, solo opacada por el leve reflejo que entraba por una rendija. Los ojos aterrados de la loba se quedaron fijos en ese punto sabiendo lo que de seguro ocurriria. Asi que así se sentía tener miedo. Normalmentc era la otra Clara la que siempre asumía su lugar y luchaba con mantenerlas vivas, pero esta vez no podía contar con ella, solo le quedaba rendirse a su suerte.
Escuchó no muy lejos de ella el sonido de unas cadenas moviéndose y Clara se tenso. Levantó un poco su torso jadeando, como si el aire no llegaba a sus pulmones. Escuchó unos pasos pesados que atravesaban la oscuridad en dirección a ella. En medio de la nada dos orbes relucientes comenzaron a hacerse visibles junto con un humo denso.
Feromonas comenzaron a danzar y la envolvieron con violencia. Clara jadeó con más fuerza.. Intentó alejarse sacudiendo sus cuatro en vano. Su vientre caliente la quemaba por dentro debido al celo y su conciencia se estaba desenfocando, pero pudo ver como entre las sombras el cuerpo de un lobo marrón comenzó a aparecer por completo.
Había una gruesa cadena en su cuello, su tamaño era menor que el de sus mates, mas eso no indicaba que no fuera más grande de ella. Sus colmillos eran largos y su expresión amenazante. Alzó la nariz y olfateo las feromonas de celo de ella y su pelaje se erizó. Clara sabía que si no salía se ahí sería demasiado tarde. Ese lobo de seguro la violaria, mas no pudo evitarlo cuando los dientes de él se enterraron en la piel de su lobo y la hizo ponerse boca abajo, cuando su cuerpo fue perforado rompiendo su virginidad causando un dolor que la atravesó soltando un gemido lastimero, cuando fue sometida tantas veces que perdió la cuenta y a pesar del celo y que su interior pedía ser llenado, ella aborrecia el toque sobre ella. Y cuando el nudo se creó en su interior se asqueó tanto que perdió la conciencia sintiendo como su interior era inyectado con la esencia del lobo y de esa forma garantizaba que ella tuviera en un futuro un cachorro de un lobo que ni siquiera conocía. 4
Y solo había un sentimiento que creía dentro de ella. El odio por sus mates por no evitar que aquello le hubiese ocurrido. Si al menos ellos no hubiesen aparecido en su vida. Se arrepentia de haberle pedido aquello a la Diosa Luna. Ahora al menos rezaba porque ella le diera el descanso eterno. No le iinportaba más nada.