El Chico Dhall ©

Chapter 56: E-4



Chapter 56: E-4

Extra-4

Pov Kayla

En la vida todo me daba exactamente igual a menos que fuese mi familia, sin embargo siento que esta

se está quedando atrás por la persona que tengo frente a mis ojos.

—Muy bien Kayla, debo admitir que te ganaste la máxima calificación —el profesor de dibujo suplente

para el señor Fransisco, su padre; me devuelve los planos y yo solo sonrío como boba observando su

hermosa sonrisa.

Neythan Relish, veintitres años, alto, medio delgado, pero con su toque de elegancia; cabello salvaje,

ojos claros, voz fina, y mi profesor de dibujo en arquitectura... Simplemente él.

Quien diría que terminaría siendo mi otra mitad, mi todo, aunque lo único que nos hace estar

separados es ese abismal mundo entre un humano y un ser inmortal.

Maldita inmortalidad.

» —La lección de hoy se ha acabado, la próxima clase vengo con algo nuevo así que prepara tus

lápices, porque te voy a hacer dibujar hasta el cansancio —agarra su bolso de la enorme mesa de la

biblioteca y me levanto rápidamente de mi puesto llamando su atención —¿tienes alguna pregunta? —

cuestiona y niego rápidamente.

—Lo acompaño a la salida —me encamino hacia la puerta remarcando mis pasos al caminar para al

menos hacerme notar un poco y la abro para que él pueda pasar.

Elián sale del despacho de nuestro padre y me ve de forma curiosa al final del pasillo, se detiene y

achicó mis ojos en forma de advertencia.

Ni se te ocurra decir algo.

Neythan pasa dejando su agradable fragancia a libros nuevos y sin pensarlo cierro los ojos detrás de

él aspirando discretamente más de su adictivo aroma para mí.

Llámenme loca, pero lo digo en serio, es adictivo.

Abro la vista notando a Elián más cerca de lo que estaba y me enseña la foto exacta en su móvil

cuando estuve deleitandome con su fragancia. Content is © by NôvelDrama.Org.

—Te espero en cinco minutos arriba en mi cuarto —habla sin emoción alguna en su voz y mi cuerpo

tiembla ante el sinfín de posibilidades que él podría usar esa foto.

No, porque hice eso al frente de él.

Sigo al profesor hasta la puerta con nerviosismo y pongo mala cara al verla otra vez con su auto

estacionado al frente de nuestra casa.

La peliazul me da una falsa sonrisa y se la devuelvo con una igual —Buenas tardes —chilla y ruedo

mis ojos disimuladamente.

—Eran buenas —mascullo para mí y pongo mi atención en él —Que tenga lindo día, profe —le doy la

mano en forma de saludo y sin esperarmelo él me jala para dejar un beso en mi mejilla.

—Igualmente —me suelta y baja las escaleras sin ver la reacción de su novia con la boca abierta.

Uiss, cómo que hoy abra pelea.´´

Yo también lo creo, Key.´

El coche desaparece de mis ojos en cuestión de segundos y cierro la puerta de un portazo cuando no

lo veo más, subo las escaleras hecha una furia hasta el tercer piso y entró sin tocar al cuarto de mi

querido hermano Elián.

—Borra la foto, ¡Ahora! —exijo y él niega totalmente haciendo que mi ira crezca más y más al igual

que mi nerviosismo.

—Esta joyita —me enseña el móvil —la voy a saber utilizar muy bien —chasquea la lengua y sonríe de

una forma tan cínica que hace erizar todo mi cuerpo.

Trago grueso —¿qué es lo que quieres que haga a cambio de borrarla? —cuestiono recomponiendo la

postura y cruzando mis brazos.

—Simple. Quiero a Jexi Dornam en diez minutos frente a mí, de lo contrario mañana por la mañana

está foto quedará al descubierto por tu queridisima otra mitad —se acerca peligrosamente a mí —tú

decides —susurra y por sus ojos pasa un destello verde —tu mate por mi mate.

Aprieto la mandíbula y controlo a Key quien está dentro de mí suplicandome por dejarlo tirado en el

suelo, pero eso en este momento no serviría de nada, ya que él sencillamente podría incluso decirle

en la mañana todo lo que pasa conmigo y él.

Mierda.

No me queda otra que hacerle caso.

Elián sonríe al saber cuál es mi decisión con solo mirarlo y toca el reloj en su muñeca» —Tic, toc, tic,

toc. Así hace el reloj, Kayla —ruedo mis ojos —mira, mejor, ¿que tal si se la envió a su correo?

—No te atreverías.

—Muchas gracias por probarme —empieza a teclear y veo desde lejos que efectivamente se sabe el

correo de Neythan —si Jex no está aquí en diez minutos considerla enviada —me enseña el teléfono

con la foto y todo en el correo y alzo mis manos frustrada viendo sus ojos burlones, salgo disparada

hacia mi auto y rápido me reincorporo en las calles.

Espero al menos que Jex no ponga tanta resistencia cuando la traiga.

Maldito, mira que chantajearme a mí de esta manera tan...

Solo alguien con él lo podría hacer, solo Elián Dhall.


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