El despertar del Dragón

Capítulo 2340

El dragón es asesinado

—No está mal. Cuando absorba el poder de toda esta gente, podré matar al dragón. Jajaja. —Con ese movimiento, la confianza de Delgado aumentó.

Emiliano y Arán se quedaron atónitos, pues nunca imaginaron que la magia negra pudiera ser tan poderosa.

No era de extrañar que tanta gente sucumbiera a sus tentaciones y al final se convirtieran en Cultivadores Demoníacos.

A medida que la niebla negra se extendía, los demás artistas marciales gritaban de agonía, su energía se drenaba hasta convertirlos en cadáveres desecados.

Aunque Emiliano y Arán habían aceptado el sacrificio, les dolía el corazón al ver morir a sus subordinados. Eran las élites de sus clanes, ahora reducidas a cáscaras sin vida.

Emiliano sabía que tenía que recuperar los Frutos de Conexión Espiritual a toda costa. Con tantas vidas sacrificadas, el fracaso no era una opción.

A medida que la última energía de los artistas marciales era absorbida, el nivel de cultivo de Delgado se elevó al Octavo Nivel de Dios de las Artes Marciales.

Jaime y el dragón ya no eran rivales para Delgado, pues su fuerza se había multiplicado varias veces con cada nuevo nivel de cultivo.

El rostro de Jaime palideció al sentir el aura explosiva del poder de Delgado como Dios de las Artes Marciales de Octavo Nivel.

Incluso con la ayuda del dragón, defenderse del ataque de Delgado sería demasiado difícil, dada la gravedad de sus heridas.

—¡Señorita Lope de Vega, por favor, dese prisa! —Jaime imploró a Alba que recogiera los Frutos de Conexión Espiritual lo antes posible, consciente de que no podría aguantar el fuerte mucho más tiempo.

—¡Hmph! ¡Eres un impenitente! ¡Te mataré por llevarte el Fruto de Conexión Espiritual! —se mofó Delgado, lanzándose por los aires.

Jaime permaneció atento mientras cabalgaba sobre el dragón, apretando los dientes al sentir el inmenso poder que emanaba de Delgado. NôvelDrama.Org holds text © rights.

Con un rugido atronador, la niebla negra que rodeaba a Delgado se convirtió en un infierno abrasador que lo envolvió en llamas.

—¡Palma Ardiente! —Una enorme palma envuelta en llamas apareció en el aire cuando Delgado la golpeó.

Una presión abrumadora, acompañada de furiosas llamas, descendió sobre Jaime y el dragón.

Jaime se sintió acorralado al tener que proteger a Alba hasta que terminara de recoger los frutos, con los sentidos abrumados por el aura del poder de Delgado.

Invocando el Poder de los Dragones en su interior, Jaime instó al dragón a elevarse hacia la palma ardiente.

El dragón rugió y se encogió de miedo al sentir el abrumador peligro que le acechaba, pero no tuvo más remedio que acatar la orden de Jaime.

El dúo luchó con fiereza contra la Palma Ardiente, con el dragón expulsando el fuego abrasador y Jaime vertiendo todo su Poder de Dragones en el dragón a través de sus cuernos.

Jaime ejerció tanta energía que la esencia dracónica de su cuerpo empezó a menguar, pero siguieron resistiendo.

Sin embargo, a pesar de sus esfuerzos, sólo consiguieron ralentizar la velocidad de la palma ardiente mientras caía hacia ellos.

Sin otra opción, Jaime tuvo que tomar una decisión rápida cuando vio que la palma ardiente estaba a punto de caer sobre su cabeza. Sin dudarlo, saltó sobre el Árbol de Conexión Espiritual, dejando que el dragón se enfrentara solo a toda la fuerza del ataque de Delgado.

En cuanto el dragón se liberó del control de Jaime, lanzó un rugido desafiante y cargó contra Palma Ardiente con todas sus fuerzas.

La colisión resultante fue tan intensa que provocó una enorme explosión que envolvió al dragón en llamas.

Incontables disparos de energía marcial estallaron en todas direcciones mientras el dragón volaba en pedazos.

En medio del caos, una brillante esencia dracónica surgió de las llamas.

Emiliano y Arán contemplaron atónitos la escena que se desarrollaba ante ellos. Nunca pensaron que Delgado sería capaz de matar al dragón de un solo golpe.

En cuanto a Delgado, emanaba un aura aterradora mientras flotaba en el aire, aún envuelto en llamas. Sin dudarlo, voló hacia la esencia dracónica en cuanto la vio.

Al ver esto, Jaime extendió la mano hacia la esencia dracónica, que voló hacia él como atraída por una enorme fuerza energética.